“En el año 1982 se desata una gran crisis económica en el país. Quebraron 6 u 8 bancos, siendo el Banco de Chile uno de ellos. Hubo grandes problemas económicos, la cesantía saltó a niveles espectaculares. Una situación social y económica gravísima que llevó a desarrollar y a ampliar muchísimo los programas de atención social que llevaba a cabo la Vicaría. En el mundo popular, a través del Departamento de Zonas, había enormes programas de atención social en los comedores infantiles, en los comedores populares, en las ollas comunes, en los «comprando juntos». Desde la Vicaría, se ayudaba a alimentar a miles de personas, diariamente, durante largo tiempo; programas de salud de gran alcance, programas de apoyo a la organización social para poder mantener el espíritu solidario que señalaba antes. Es decir, el trabajo de la Vicaría iba más allá de lo que se hacía con los detenidos y la represión física”.
Enrique Palet