El 15 de febrero de 1989, con el respaldo de la jerarquía de la Iglesia Católica, el Vicario de la Solidaridad, monseñor Sergio Valech, se niega a entregar fichas médicas de la Vicaría de la Solidaridad a fiscal militar que investiga a la institución en causa iniciada con el asalto a la panadería Lautaro, concitando un amplio respaldo de la ciudadanía. Se ampara en el deber moral de guardar el secreto