En octubre de 1973, la Junta de Gobierno de Chile promulgó el Decreto Ley Nº 77, una medida que tuvo profundas repercusiones en el panorama político del país. Este decreto, publicado el 13 de octubre, disolvió y proscribió a los partidos políticos que habían apoyado al gobierno depuesto de Salvador Allende.

Esto no solo disolvió estos partidos, sino que también estableció que sus bienes pasarían al dominio del Estado. La Junta de Gobierno se reservó el derecho de destinar estos bienes a los fines que considerara convenientes. Esta medida fue parte de una estrategia más amplia para consolidar el poder del régimen militar y eliminar cualquier oposición política.

Además, el decreto especificaba severos castigos para quienes intentaran reorganizar estos partidos o difundir propaganda relacionada con la “doctrina marxista”. Esta disposición buscaba erradicar cualquier vestigio de la influencia marxista en la política chilena y asegurar el control absoluto del nuevo régimen.

La promulgación del Decreto Ley Nº 77 fue un claro indicio de la dirección autoritaria que tomaría el gobierno militar, marcando el inicio de un período de represión política y social en Chile.

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