En la Revista Solidaridad n°8, de noviembre de 1976, nos encontramos con un texto profundo de un campesino, ex detenido, que escribe su sentir sobre el agradecimiento hacia las distintas instituciones eclesiásticas que ampararon a los más sufrientes de la dictadura.
Aquí su texto:
"LA VIDA MISMA"...
A LA IGLESIA CATÓLICA
Cuarteta:
Se sabe a nivel mundial
la ayuda que está ofreciendo
a los que hoy están sufriendo
la Iglesia y su Cardenal.
Yo me voy a descubrir
con respeto y con agrado
es algo digno y sagrado
de lo que quiero escribir
no es sólo mío el sentir
es la masa nacional
que ante la acción eclesial
hoy se encuentra agradecida
tan noble actitud asumida
se sabe a nivel mundial.
Ha sido grande el esmero
su amor profundo y constante
dando su ayuda al cesante
y su aliento al prisionero.
Con este verso yo quiero
Decir lo que estoy sintiendo
lo que un pueblo está viviendo
jamás se podrá olvidar
la historia va a registrar
la ayuda que está ofreciendo.
En su accionar día a día
no ha descansado jamás
lo que ayer hiciera Pro Paz
hoy se llama Vicaría
Su luz siempre está encendida
y al afligido asistiendo
quiere al que llora ver riendo
y libre al encarcelado
así la Iglesia ha amparado
a los que hoy están sufriendo.
Funcionan en el momento
comedores infantiles
que alimentan varios miles
de niños pobres y hambrientos
si hoy no tienen su alimento
para la patria es fatal
la esperanza nacional
en ellos está cifrada
en la causa está empeñada
la Iglesia y su Cardenal.
DESPEDIDA
Por fin me quiero arrogar
la opinión de mucha gente
y a la Iglesia dulcemente
nuestra gratitud entregar
El pueblo lo va a llevar
en su corazón metido
todos los que hemos sufrido
sin ninguna distinción
esta modesta impresión
es la de un ex detenido.
Un dirigente campesino