Durante los años de la dictadura militar en Chile, la Iglesia Católica, a través de la Vicaría de la Solidaridad, jugó un papel fundamental en la defensa de los derechos humanos y en la denuncia de las atrocidades cometidas por el régimen de Augusto Pinochet. Este compromiso valiente y decidido llevó a que la Vicaría y sus miembros se convirtieran en blancos de amenazas y atentados por parte de grupos represivos y por organismos del propio Estado.

El 1 de julio de 1980, la sede de la Vicaría de la Zona Oeste, ubicada en la parroquia Apóstol Santiago, fue objeto de un atentado criminal. Desde un vehículo en marcha, individuos desconocidos ametrallaron el frontis del inmueble y lanzaron un artefacto explosivo. Este acto de violencia no solo causó daños materiales significativos, sino que también fue un claro intento de intimidación contra una institución que luchaba por los derechos y la dignidad de las personas en un contexto de represión.

A finales de ese mismo mes, el 30 de julio de 1980, el Director del Departamento de Opinión Pública del Arzobispado y Jefe de Prensa de Radio Chilena, Guillermo Hormazábal, y el periodista Mario Romero fueron secuestrados por el Comando de Vengadores de Mártires (COVEMA). Este hecho provocó una conmoción pública y generó numerosas acciones demandando su liberación. El secuestro de estos periodistas representaba un ataque directo a la libertad de prensa y a la labor de denuncia que ellos, junto con la Iglesia, llevaban adelante.

Apenas un día después, el 31 de julio de 1980, una bomba explotó en la sede de la Vicaría Sur de Santiago. La explosión causó numerosos daños a la propiedad, intensificando el clima de miedo e intimidación contra quienes se oponían a las violaciones de derechos humanos del régimen.

Las amenazas no cesaron en los años siguientes. El 8 de julio de 1984, la imprenta donde se publicaba la revista Solidaridad, una de las voces más críticas del régimen, fue amenazada por el Comando Rolando Matus. Este grupo buscaba silenciar cualquier tipo de disidencia y asegurar que las violaciones a los derechos humanos permanecieran ocultas.

Estos actos de violencia y amenazas contra la Vicaría, sus sedes y sus funcionarios (y familias) reflejan el ambiente de represión y terror que predominaba en Chile durante la dictadura. Sin embargo, a pesar de los constantes intentos de intimidación, la Vicaría de la Solidaridad continuó su labor de apoyo a las víctimas, denuncia de los abusos y defensa de los derechos humanos. Su valentía y resistencia son recordadas como un faro de esperanza y justicia en uno de los períodos más oscuros de la historia de Chile.

LINKS DE INTERÉS

Memorias Vicaría de la Solidaridad años 1980,1981y 1982.
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/documentos/memorias-vicaria-de-la-solidaridad-anos-19801981y-1982

Situación de los derechos humanos en Chile enero a octubre 1980
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/documentos/la-proteccion-de-los-derechos-humanos-por-la-judicial-situacion-de-los-derechos-humanos

Foto Jornada de abogados por Derechos Humanos. 1980
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/documentos/jornada-de-abogados-por-derechos-humanos

Revista Solidaridad (Santiago) N° 85 - N° 107, enero a diciembre 1980
https://www.vicariadelasolidaridad.cl/sites/default/files/2022-01/VS0000107.pdf