Era empleado administrativo de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) y militante del Partido Socialista. Se presentó voluntariamente a Investigaciones, fue detenido y trasladado al Gimnasio IANSA, lugar donde su familia pudo verlo. De allí fue llevado al Regimiento, donde testigos aseguran que fue interrogado y sometido a torturas. En ese lugar se pierde su rastro y nada más se sabe de él. A la familia se le informó que habría sido dejado en libertad, reconociendo su detención. Sin embargo, nunca regresó a su familia, no hizo trámites ante ninguna dependencia o servicio del Estado y no registra salida del territorio nacional.