Tipo

Un hombre se mece en una silla y esa silla le recuerda el columpio en el que jugaba cuando era niño: la cara al viento, los pies cada vez más cerca de la montaña que se veía allá a lo lejos. Una mujer se tiende en el pasto, mira el cielo y ese cielo lleno de figuras le recuerda los dibujos que cuando era niña hacía en su cuaderno: un gato, un conejo, una tortuga blanca. Los recuerdos son tibios como mantas. Y el hombre, la mujer, casi pensaban que los habían olvidado. Pero no, los recuerdos buenos estaban ahí. Solo había que dejar que la mente viajara sin prisa. Solo había que tomar un descanso, respirar profundo.

ARTICULO 24 "Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas"