“Muchos años atrás, antes de ser Obispo, caminaba por un barrio de Santiago cerca de una obra en construcción donde laboraban varios trabajadores, quienes al identificarme como sacerdote, riéndose de mí, me hicieron un signo de cortarme el cuello, si ellos ganaban las elecciones de ese año, porque decían que eso nos iba a suceder, porque nosotros estábamos al lado de los ricos. Hoy, cuando escucho gritar a ese mismo pueblo: RAÚL, AMIGO, EL PUEBLO ESTÁ CONTIGO, agradezco de todo corazón al Señor por esta nueva relación de los trabajadores con nosotros, con la Iglesia de Jesucristo” Esta anécdota que el Cardenal Raúl Silva relataba al final de sus días, resume una trayectoria vital y doctrinaria que se refleja en este libro: la de un sacerdote que hizo del amor y defensa de los trabajadores su misión evangélica. Los autores entregan su mirada sobre este Pastor desde sus propias vivencias: Bárbara Figueroa, como Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores; Monseñor Alfonso Baeza, ex Vicario de la Pastoral Obrera y Reinaldo Sapaj, académico y amigo del Cardenal. Pero lo importante es dejar hablar al Cardenal a través de sus homilías, discursos y conferencias. Relevantes son aquellas palabras pronunciadas para las conmemoraciones del Día el Trabajador durante la dictadura; aquellas que siempre comenzaba con la frase “ Mis queridos hijos” Su pensamiento y su voz tenían una claridad que hoy nos continúa asombrando: “Será necesario insistir una vez más, que el amor al dinero es una trampa mortal, la raíz de todos los males y una forma de esclavitud que impide servir y adorar al único Dios verdadero. Quien haya recibido bienes del Señor debe considerarse a sí mismo, no dueño sino que administrador. (…) La tierra ha sido dada para todo el mundo, y no solamente para los ricos”
Autor
Barbara Figueroa Sandoval, Alfonso Baeza Donoso, Reinaldo Sapag
Datos de publicación
Ediciones Copygraph, 2013